Se estima que hasta 660.000 millones de cigarrillos a escala mundial pasan cada año por las manos de contrabandistas, falsificadores y evasores de impuestos locales.
Altos niveles de tributación generan un incremento de los precios de los productos legales y jugosos márgenes para los grupos delictivos involucrados en el contrabando.
A este panorama se unen Extensas fronteras sin supervisión y con débiles controles
Los principales efectos nocivos de este flagelo son:
Se estima que hasta 660.000 millones de cigarrillos a escala mundial pasan cada año por las manos de contrabandistas, falsificadores y evasores de impuestos locales. De igual manera, se ha establecido que estos miles de millones de cigarrillos falsificados y de contrabando, lo suficiente para darle la vuelta al mundo más de 60 veces, le están costando alrededor de USD 20.000 millones a USD 40.000 millones anuales en impuestos a gobiernos cada vez más endeudados.
La industria tabacalera contribuye a la economía de más de 180 países y emplea a más de 100 millones de personas a escala global. Los impuestos provenientes del tabaco son una gran fuente de ingresos para casi todos los gobiernos del mundo. En el caso colombiano, el tabaco ha sido un producto agrícola tradicional de la economía. Su cultivo se remonta al periodo prehispánico y en la actualidad se constituye en una actividad económica que involucra un amplio conjunto de actores que se benefician de ella, pero que está altamente amenazada por el contrabando.